-Mónica von Müller-Ricardo Luis Plaul-
Cae la lluvia por la reja de la entrada transparente lame los hierros y los goznes
da sus primeros pasos de fuertes torrentesse filtra y camina en hilos por los adoquines.
El tiempo y sus descargas escriben mensajesde ultratumba tristes y cautivos,
son como futuros sin naves en un río impuro.
El temporal sin ojos se extiende por la greda derramando su esquema milenario y sombrío
los resplandores son una verdad sin gloria,la muerte pesa cuando llega con su doctrina del espanto.
Ese hombre cautivo en su tristeza es apenas la fiebre de una lámpara, hundido en el fondo de las épocas.
Queda su corteza de piel, su garganta y la mustia voz donde la gran ausencia engendró un tránsito sin pausas.
Mónica
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La sucia voz de las veredas mojadas se ahoga en el llanto de sus pasos,
la ventana enhebra sus miradas vacías.
Ese hombre aprisiona sus prisas apadrinando versos en la mesa del café.
Mientras tanto, la lluvia sigue su camino en la espalda del silencio,
acunando nostalgias baratas
en el bandoneón dormido de la mañana sin tiempo.
En la eternidad del instante va dibujando las sombras de una ausencia callejera,
el dominó del miedo va jugando su partida
con las últimas piezas de su vida.
Ricardo
