Por Ricardo Plaul
No te atrevas a quebrar los cristales
en los que te recostaste,
hay en ellos un silencio sagrado
parecido a los bosques.
Aprieta tus labios y abre tus ojos,
la ocasión lo amerita,
prepárate para el milagro,
no es necesarioque una vida se extinga
ni que vuele el ave más cercana,
tan sólo siente el calor de mi cuerpo:
has llegado a casa, todos tus males han muerto.
Acaso el miedo te haga solitaria,
vive el eterno segundo de cada mañana,
preséntate desnuda, sin rendir cuentas
de... Continuar leyendo