Alejandro Castiñeiras
Ignoro como se llama y donde vive, pero sé que está presente, allí, donde el Partido necesita un hombre dispuesto a la brega obscura, paciente, tesonera, la que se reanuda todos los días del año con una continuidad fatigosa pero proficua. Es el militante anónimo, es el afiliado que no reclama membradía, ni espera otra recompensa que el íntimo goce que acuerda el deber cumplido. No trepa a la tribuna, ni codicia el aplauso, ni se desvela por los cargos representativos... Continuar leyendo