Por Ricardo Plaul
Espérame con los ojos puestos en el balcón de la esperanza,
camino como un ciego cada día que inventas con tu voz,
trastabillo en tus delirios, acompaño tus sueños,
enciendo la pasión, recorro los rincones secretos de tu mano,
en el beso que la vida le arrojó a mis días, al rescoldo
del viento del olvido, como una sinfonía de silencios
que acaricio, al despertar ternuras cada mañana
en que tus ojos y los míos se preñan de milagros.
Esta tenue despedida abreva en el abrazo que no ... Continuar leyendo