Por Ricardo Luis Plaul
"Luego volví a encontrarla en los jardines públicos y en la plaza varias veces. Paseaba sola siempre con la misma gorra, con el perrito blanco" La dama del perrito, A Chejov.
Tenía ganas de leer el diario tranquilo. Salí del hotel y crucé a la plaza. Era uno de mis lugares favoritos de Buenos Aires. En otoño sus árboles se vestían de un ocre increíble y hasta las palomas de siempre parecían aletargarse de mañana. Algunos Palos Borrachos conservaban sus flores rosas.
Vi... Continuar leyendo