Desprovisto de toda adjetivación,
sustantivo, visceral,
mi amor te recorre y te corroe,
palmo a palmo, poro a poro,
descubriendo el sentido
de la caricia, de la palabra
y del silencio, de los silencios.
Preludio inconcluso, el círculo sagrado
se quiebra en la mirada,
en el cálculo falaz de la miseria,
en el gesto, en la bitácora
de la despedida, en la partida
sin ases ni espadas.
En el carrousel del tiempo
que me espera con voracidad,
anticipo tu llegada.
01/08/10