(para Juana Ricci)
Con el pincel de la ternura
Juana va dibujando la vida,
pichones de Amor empollan
en el balcón de sus sueños.
Un ángel inquieto para cuidar sus pasos,
un caudal rumoroso para inundar sus alegrías.
Hace rato saltó las cercas del prejuicio
y abraza la justicia, porque en el fondo sospecha
que en sus luces, se asoma la voz
del Salvador que susurra a su oído.
13/04/2013
RICARDO LUIS PLAUL