Por Ricardo L Plaul
Una lluvia de estrellas
vino a buscarme aquella tarde
con la insolencia de su frescura.
Casi en puntas de pie,
con rosas en la piel y miel en la sonrisa,
en los labios del tiempo
escribió su historia para siempre.
Frágil, su cuerpo exploró el deseo
en cada poro de su aliento.
Vino a buscarme desnuda
en la fronda de pesares,
con los ojos cálidos
humedecidos de dolor.
Fueron las voces de un abrazo
que olía a despedida.
Vino a buscarme por última vez,
en un... Continuar leyendo