EL BANQUITO
Un pequeño banquito,
donde dejé sentados quietecitos
mis recuerdos, esperando
la muerte.
Un pequeño banquito
donde mis soledades
tomaron merecidas vacaciones,
donde se aposentó el moho
de la pereza y el demonio
de mis enojos.
A ese banquito pequeño
Yo lo quiero, lo protejo:
en él senté a mis hijos,
y sentaré a mis nietos
para contarles historias repetidas,
leyendas absurdas,
y mágicos cuentos de príncipes,
dragones y conejos.
Un pequeño banquito
de nostalgias y secretos,
un pequeño... Continuar leyendo