Por Ricardo Plaul
Condenado por el cielo a reclusión de versos
hundió su pluma en el sufrimiento de la tierra.
Inclementes desfilaron los pobres del mundo
con las banderas de la justicia a flor de piel.
Sus llagas lloraban al hijo perdido
en la guerra de todos los días,
el hambre apenas era el recuerdo de días mejores.
Abrevó en el tango sus mejores letras
perdido entre las ligas de alguna prostituta.
No quiso al alcohol entre sus compañeros,
apenas el cigarro en las noches de abandono
envolvió... Continuar leyendo