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Poesia Y Política
Blog de RicardoLuis Plaul
18 de Julio, 2010    Pedagogía

La Pedagogía Crítica: lectura renovada


La Pedagogía Crítica: Lecture Renovada...Fundación McLaren

de Pedagogía Crítica

Portada | La fundación | Peter McLaren | Paulo Freire | "Che" Guevara |
Pedagogía crítica a debate | Contacto
La Pedagogía Crítica: Lectura Renovada que Fortalece al Marxismo
Sergio Quiroz Miranda
sergioquiroz@mexico.com

"...Vivimos en un tiempo tan brutal, tan despiadado, que tenemos que
preguntarnos continuamente si no estamos soñando. Incluso cuando
reconocemos el dolor y la desesperación de tantos que viven en un
estado de desequilibrios nacionales e internacionales, y aunque nos
espantamos ante el grado de explotación capitalista y la degradación
ambiental de nuestro mundo contemporáneo, permanecemos prisioneros
de la ilusión de que vivimos en el mejor de los mundos posibles..."
(Peter McLaren, 2006)
Resumen
Las aportaciones de la Pedagogía Crítica revolucionaria, particularmente
la corriente que en sus orígenes creara Paulo Freire y cuyo principal
exponente es hoy el Dr. Peter McLaren de la Universidad de California en
los Angeles, se inscribe en el proceso de una lectura renovada y creativa
del marxismo, al aportar una visión novedosa de esa realidad basada en el
marxismo y sus categorías de análisis, con un lenguaje innovador que
permite obtener lecturas nuevas sobre la vida social a la vez que reafirma
las tesis del marxismo. Con la Pedagogía Crítica, estamos en realidad ante
un proceso de producción de conocimiento nuevo a partir también de una
ruptura con la estrecha epistemología del fin de la historia, actitud muy
útil en esta época en la que ni la izquierda ha escapado a la esclerótica
racionalidad que excluye toda posibilidad de soñar con un mundo mejor, que
considera absurda la reconstrucción de la utopía, por eso destaca el
interés de la pedagogía critica de renovar el discurso y abordar el
análisis de la realidad con los parámetros del marxismo. Es incuestionable
que una de las fortalezas de la Pedagogía Crítica es su vocación por
otorgar al lenguaje un alto valor como forma de poder y resistencia que
retroalimenta la utopía esperanzadora del socialismo y la convicción de
que el capitalismo no es el fin de la historia; a la vez que su renovada
capacidad de fuerte cuestionamiento teórico del capitalismo, frente a los
dogmáticos enfoques y a la vez cerrados discursos provenientes de la
izquierda tradicional de América Latina. Estamos ante una nueva propuesta
ontológica y epistemológica en la manera en que pensamos acerca del
conocimiento y el ser; en la manera en que asumimos la crítica al
capitalismo liberándonos de las cadenas epistémicos que nos impiden ver su
esencia expoliadora vinculándonos a la construcción de un nuevo "ser" cuya
fuerza radica en promover la potencialidad liberadora que hay en cada
sujeto dominado.
Palabras clave: Pedagogía crítica, marxismo, potencialidad liberadora,
utopía.

Introducción
Desde la caída del muro de Berlín hasta nuestros días, la campaña
ideológica contra el marxismo ha pasado por diversas expresiones que van
desde la confrontación abierta para descalificar su validez hasta la
minimización de sus argumentos considerándolos incluso propios del pasado,
a partir de tomar como base que el "fracaso del marxismo" fue probado por
el derrumbe del campo socialista.
Es claro que con la caída del campo socialista el capital se ha instalado
en el mundo con toda su, originalmente aplastante propaganda triunfalista,
imponiendo en sus primeras expresiones la ideología del carácter eterno
del capitalismo, aunque vale decirlo, esa propaganda tiene ya muy poco
peso dadas las dramáticas consecuencias que sobre la humanidad y la
naturaleza ha provocado el llamado triunfo del capitalismo.
La izquierda socialista, como todos sabemos, reaccionó de manera diversa,
pero, lo común fue el hecho de no logra los consensos que pudieran
encontrar respuestas argumentalmente válidas para explicar el fenómeno de
la caída del campo socialista y ante todo respuestas para sostener, fuera
de posiciones basadas en el dogma de fe, al socialismo, la validez de éste
frente a la ideología capitalista en su expresión neoliberal.
El tiempo ha permitido recuperar la confianza y las posibilidades de
reconstrucción de los argumentos científicos que validan al marxismo como
una teoría no solo actual sino necesaria e indispensable para pensar y
leer los vertiginosos cambios que ha experimentado el mundo de los inicios
del siglo XXI a la par que lentamente recuperar por parte de la clase
obrera su confianza en las potencialidades transformadoras y
revolucionarias.
No obstante, uno de los problemas actuales de la izquierda socialista es
que frente a las formas depuradas de la hegemonía burguesa que se impone
electrónicamente en un complejo aparato creador de deseos y necesidades,
entre los defensores más radicales de las tesis marxistas se encuentran
quienes se atrincheraron en el dogma de fe o pretendieron explicar con
esquemas reduccionistas o maniqueos la complejidad del mundo actual; con
lo cual no sólo no contribuyen a defender al marxismo sino que, al
contrario, abonan más a los argumentos del campo ideológico del
capitalismo, el que sostiene que la doctrina marxista ha envejecido.
Sostenía uno de los ideólogos marxistas más esclarecidos de México, el Dr.
Vicente Lombardo Toledano[1], que existían básicamente tres maneras de
negar el marxismo; una de ellas es hacerlo abiertamente, otra
tergiversando o deformando sus planteamientos y la tercera es hacer de él
un dogma. Por estas razones adquieren gran importancia para el movimiento
revolucionario aquellos pensadores que se atrevieron a generar un proceso
de ruptura con las explicaciones dogmáticas y se propusieron utilizar las
herramientas teóricas del marxismo para hacer una lectura renovada de la
realidad social contemporánea.
Ningún análisis marxista tiene valor si se realiza a partir de ignorar las
condiciones del contexto. Hacer una lectura marxista no dogmática de la
sociedad actual implica partir del conocimiento y revisión del debate
teórico filosófico que se genera a partir de las tesis de la
posmodernidad.
Quienes sin caer en actitudes revisionistas del marxismo han logrado hacer
aportes que enriquecen, complementan y profundizan en la teoría marxista y
cuyos planteamientos han pasado por el riguroso debate y la crítica
profunda han trascendido como forjadores e intérpretes del marxismo a
situaciones concretas de la realidad. Tal es el caso de las aportaciones
de la teoría de la hegemonía y del bloque histórico que formulara Gramsci
para favorecer la lectura de la relación dialéctica entre la estructura y
la superestructura; de igual manera los elementos que aportó la tesis de
los aparatos ideológicos del estado de Luis Althusser, la lectura de
Lukacs sobre el papel de la conciencia de clase, las tesis sobre la vía
mexicana al socialismo del Dr. Vicente Lombardo Toledano, las tesis de
Mariátegui, Rodney Arizmendi y otros pensadores latinoamericanos que en
ese tenor contribuyeron a enriquecer el marxismo.
Las aportaciones de la Pedagogía Crítica revolucionaria, particularmente
la corriente que en sus orígenes creara Paulo Freire y cuyo principal
exponente es hoy el Dr. Peter Mclaren de la Universidad de California en
los Ángeles, se inscribe en este proceso, al aportar una visión novedosa
de esa realidad basada en el marxismo y sus categorías de análisis, con un
lenguaje creativo que permite obtener lecturas nuevas sobre la vida social
a la vez que reafirma las tesis del marxismo. Con la Pedagogía Crítica,
estamos en realidad ante un proceso de producción de conocimiento nuevo a
partir también de una ruptura con la estrecha epistemología del fin de la
historia, actitud muy útil en esta época en la que ni la izquierda ha
escapado a la esclerótica racionalidad que excluye toda posibilidad de
soñar con un mundo mejor, que considera absurda la reconstrucción de la
utopía, por eso destaca el interés de la pedagogía crítica de renovar el
discurso y abordar el análisis de la realidad con los parámetros del
marxismo.
No es nada nuevo reconocer que en esta época la confusión teórica
estimulada por el nihilismo que alimenta la idea del "nada es válido" muy
propio de las teorías posmodernas resulta agradable a los revolucionarios
el escuchar voces que fuera de toda actitud dogmática reclaman la
precisión y la concreción de los conceptos del marxismo como lo hace la
Pedagogía Crítica, por ejemplo, al aportar una creativa red conceptual
que facilita la comprensión de las tesis del materialismo histórico; tal
es el caso de conceptos como el de desutopía[2], colonización
epistemológica, cultura depredadora, multiculturalismo revolucionario y
otras; o sostener, frente a los incrédulos académicos universitarios
posmodernos que la globalización neoliberal, tan ponderada como símbolo de
modernidad y oportunidades de progreso por los ideólogos capitalistas, no
es otra cosa que una forma del imperialismo para saquear más a los pueblos
y profundizar el dominio por parte de las trasnacionales.
Las Aportaciones
Antes de hacer el recorrido por las aportaciones del nuevo lenguaje del
marxismo que aporta la Pedagogía Crítica, debemos ubicar el contexto
difícil en el que los pensadores críticos y revolucionarios realizan su
tarea en los Estados Unidos.
A principios de este año de 2006 se manifestó una nueva campaña de
persecución contra los educadores críticos, particularmente contra
aquellos que como Peter Mclaren asumen abiertamente su ideología marxista
leninista; un grupo de fascistas detrás de los cuales están funcionarios
universitarios y del gobierno de Bush, publicaron en la red una lista de
30 profesores cuya postura es de crítica al sistema capitalista de la
universidad de California, denominándolos como los 30 sucios (dirty
thirty)[3] y llamando a la población estudiantil para que reciban 100
dólares como pago por cada entrega consistente en espiar a estos
profesores en sus clases, grabando o tomando nota de las expresiones en
las que hagan crítica del sistema capitalista para luego hacerlos objeto
de otro tipo de represiones y agresiones a su integridad.
Este tipo de conductas permitidas y solapadas por el régimen contra los
pensadores marxistas evidencia la esencia fascista de la llamada
democracia occidental que les ha servido de argumento legitimar sus
atrocidades y para intervenir militar y políticamente en naciones
soberanas. A pesar de ese tipo de persecuciones los pensadores críticos en
los Estados Unidos han hecho aportaciones teórico-metodológicas muy
importantes para la explicación actualizada del marxismo , entre ellas :
El marxismo no es un dogma. La virtud de la pedagogía Crítica es que
asentándose en el marxismo ha recreado de manera novedosa sus categorías
de análisis. El propio Peter McLaren, tomando distancia del dogmatismo,
sostiene no pertenecer al tipo de intelectual "marxista" que ve en el
marxismo una receta mágica para resolver todos los enigmas, al respecto
precisa:
"...Yo no soy uno de esos izquierdistas conservadores que observan el
marxismo como una religión que explica todo lo que se necesite saber
sobre la vida. El marxismo no es una fe; no es un discurso sibilino,
yo no tengo nada que ver con ese marxismo eclesiástico. De hecho el
marxismo sitúa su origen en buenas obras más que en la fe. Pone el
énfasis en denunciar y transformar el mundo y no estrangularlo con
tentáculos doctrinales, el materialismo histórico no es una confesión
de una pureza prístina o una verdad sacerdotal. ¡Creo en el poder de
la salvación, pero esto, me temo, es pedir demasiado a Dios, y a Marx!
Yo no estoy condenando a esta gente por no interesarse por socialismo
o comunismo, después de todo, mucho horror ha ocurrido bajo regímenes
políticos que se han llamado comunistas, estamos discutiendo que el
capitalismo no es inevitable y que la lucha por el socialismo no esta
acabada..."[4]
Posmodernidad y lucha de clases. A partir del texto La condición
Posmoderna de Lyotard, se profundizó una actitud consistente en
descalificar y desacreditar al marxismo al ubicarlo en el contexto de
la "crisis de los metarelatos", en esa misma dirección los escritos de
Michelle Foucault, Jaques Derrida, Jean Braudillard, Giovanni Vattimo y
otros pensadores posmodernos han creado categorías de análisis cuyo
común denominador es que surgen de ignorar la importancia central de la
lucha de clases. Peter McLaren ha calificado esa posición
contrarrevolucionaria al señalar a los teóricos posmodernos: "...Si los
posmodernistas -aquellos bandidos a la moda de los salones de la
burguesía y de las aulas de seminarios del English Department- quieren
jactarse de la desaparición de la clase trabajadora en los Estados
Unidos y celebrar la nueva cultura del estilo de vida del consumo,
necesitan entonces reconocer que la así llamada desaparición de la
clase trabajadora en los Estados Unidos está reapareciendo de nuevo en
las líneas de montaje de China, Brasil, Indonesia, y por todas partes,
donde existen muy pocos impedimentos a las organizaciones de lucro de
Estados Unidos..."[5] Frente al transfuguismo de personajes de la
izquierda hacia el posmodernismo, el Dr. McLaren tiene una posición muy
clara; En una entrevista con Mijta Sardoc, Peter McLaren define su
posición:
"...La teoría posmoderna parece ser dominante, al menos se ha
convertido en la forma de moda de la crítica educativa. Mientras
muchos de mis antiguos colegas marxistas abrazan la teoría posmoderna
y sus variantes posmarxistas, y la obra de Foucault, Lyotard, Virilio,
Baudrillard, Kristeva, Butler, Derrida, Deleuze, Guattari y otros
similares, mi obra se está volviendo mas centrada en la crítica
marxista. Un buen número de mis colegas me ha dicho: "¿Por qué cuando
la teoría posmoderna se encuentra en el borde filoso de la teoría
social crítica, querrías volver a juntarte con los dinosaurios del
materialismo histórico?" Mi respuesta es que uno no tiene que ser un
posmoderno para trabajar en el borde filoso de la teoría social. Perry
Anderson, Norman Geras, Ellen Meiksins Wood, Claus Offe, Raymond
Williams, Eric Hobsbawm, Robert Brenner y Alex Callinicos -quienes
trabajan en una tradición marxista- difícilmente sean flojos
teóricamente..."[6]
Esta aclaración de McLaren es significativa porque no hay que olvidar que
antes de leer a Marx, McLaren leyó la teoría de la posmodernidad, uno de
ellos, Foucault, fue su maestro en Canadá, es decir, su confirmada
afiliación teórica e ideológica al marxismo frente al posmodernismo
atiende al pleno conocimiento de las tesis de la posmodernidad. Por si
quedara alguna duda respecto de esa definición, McLaren ha dicho:
"...Personalmente escucho una resonancia atronadora de la nueva derecha en
la obra de los posmodernos..."[7] y refiere que los temas selectos de los
posmodernos en los Estados Unidos son los que atienden a la problemática
de la identidad privilegiando lo racial, el género o las identidades
sexuales, pero, como él mismo lo ha anticipado, el riesgo de enfatizar
como centrales estas problemáticas camina en el sentido de sabotear la
lucha de clases, particularmente porque son análisis comúnmente
ahistóricos que se descontextualizan de la totalidad del capitalismo y del
imperialismo.
El sujeto de la revolución. Mucho se ha escrito después de la caída del
Muro de Berlín sobre la existencia de nuevos sujetos revolucionarios a
consecuencia de la revolución científico tecnológica y del cambio del
papel del trabajo. Se postulan tesis sobre el poder y la nueva moda de
considerar innecesario acceder a él (Holoway), también se escuchan voces
que han liquidado a la clase obrera como sujeto de la revolución. No
pocos intelectuales de izquierda han caído en las tentaciones
posmodernas de buscar "nuevos sujetos" para la revolución; aún más,
incluso a considerar innecesario el cambio revolucionario pues el poder
se puede ejercer desde abajo (Marcos).
La pedagogía crítica sostiene un singular punto de vista sobre la
necesidad de la lucha de clases, lo singular y novedoso es que para
explicar la necesidad histórica de la lucha de clases utiliza el enfoque
de los juegos de lenguaje cuyo autor Witgenstein no es precisamente un
pensador marxista.

Peter McLaren sostiene que la democracia occidental se considera exitosa
en la medida en que crece su capacidad de autolegitimación al instalarse
no sólo como una superestructura social sino también en un proceso donde
la dominación del mercado se vuelve a la vez que invisible e impersonal,
absolutamente omnipresente; entonces la explotación como extracción de
plusvalía se vuelve un proceso dialógico que es a la vez económico,
político e ideológico; pero sólo legitimados en la medida en la que se
instalan y organizan la vida cotidiana de los sujetos. En esta medida la
lucha de clases es un juego de lenguaje; pero es un particular juego de
lenguaje pues coordina y centraliza los demás juegos:
"...Todos los juegos de lenguaje y sistemas de símbolos son acentuados por
el poder de clase. Si éste es el caso, entonces la vida en un orden social
capitalista demanda la continua afirmación de una lucha de la clase
trabajadora no sólo contra el capitalismo, sino contra el capital mismo.
Marx, después de todo, sostuvo que el capital era una relación social: la
abolición del capital, entonces, nos reclama abolir una forma particular
de relación social..."[8]
Frente a los nuevos teóricos que inventan teorías que "han superado al
marxismo" McLaren enfatiza en la necesidad de la lucha de clases como el
motor de la historia.
La Tesis de la alienación en la Pedagogía Crítica. La tesis de la
alienación o enajenación que Marx explica no como un estado mental o
psicológico sino como la expresión de la esencia de la explotación
capitalista que separa al hombre del producto de su trabajo y que lo
enfrenta a él, convirtiendo a ese producto o mercancía en un fetiche, es
decir como poseedora de propiedades que no tiene al presentar las
relaciones entre las personas en la forma fetichista de relaciones entre
cosas. Fenómeno que permite a la clase capitalista dominar y controlar
al resto de la sociedad. Esta parte central de la dominación
capitalista es explicada por la Pedagogía Crítica en términos de las
nuevas circunstancias que ha generado la llamada sociedad posmoderna
donde el signo, el símbolo adquieren un papel relevante.
"....Nos vemos ante una liza pública de superficial optimismo,
vulgaridad y trivialidad grandiosas, vastos aparatos de vigilancia y
brutales estructuras de violencia, las cuales atraviesan la carne y
la médula de la vida cotidiana. La desesperanza se ha convertido en
nuestra consejera, en tanto permanecemos en el desierto del deseo
producido electrónicamente y de una compra anticipada del juicio
crítico..."
Un nuevo lenguaje para desenmascarar el engaño. Quizá este sea el
renglón en el que mayor originalidad y sentido creativo ha aportado la
pedagogía Crítica al análisis marxista de la sociedad; más aún, es el
aporte más significativo de la Pedagogía Crítica al marxismo, sobre todo
en una etapa que se prolongó demasiado en la que particularmente en los
círculos académicos y universitarios se consideró al lenguaje propio del
marxismo como viejo y acabado que nada o casi nada podía aportar a la
interpretación del mundo posmoderno, al respecto y como una evidencia de
ese lenguaje no sólo original de la Pedagogía Crítica, sino de una gran
potencia dada por su literaria claridad donde la metáfora no es adorno
sino precisión argumental, McLaren plantea:

"...La academia es un espacio donde el marxismo es desdeñado como algo
exento de complejidad y en donde los educadores marxistas son cada vez
más hechos a un lado por los apostatas a la moda de mentalidad
chispeante, que portan negras y ajustadas chaquetas aterciopeladas,
burdos pantalones negros y armazones de los años cincuenta con vidrios
amarillos, para quienes la metrópoli se ha convertido en una mezcla
exuberante de narrativas mestizas posmodernas y en donde la hybris
relega a la oscuridad a quienes, así sea remotamente permanecen fieles
al pensamiento causal. Para esos malévolos a la moda de la sala de
seminarios, el posmodernismo constituye la tóxica intensidad de las
noches bohemias, en la que los excluidos, los pobres y los desdichados
de la tierra simplemente forman parte de una manera de
divertirse..."[9]
Todos sabemos que el capitalismo tiene una especial habilidad para retomar
los conceptos revolucionarios y transformarlos en conceptos de moda cuya
característica es reducir a cero sus potencialidades de agitación de la
conciencia. O, como dice McLaren, los Estados Unidos tienen una seductora
manera de incorporarse todo lo que no pueden vencer, así como transformar
esa cosa en una versión debilitada de la misma. Tal es el caso del propio
concepto de Pedagogía Crítica que la burguesía ha tomado precisamente
desvinculado de cualquier carga ideológica anticapitalistas. Esa Pedagogía
"Crítica" es enjuiciada por McLaren como fundamentalmente ahistórica y,
evidenciando su hipócrita sentido crítico, afirma que esa Pedagogía se
"lleva de patadas" con el prosaico mundo burgués, pero, no pone seriamente
en tela de juicio los supuestos o relaciones de poder subyacentes que lo
estructuran. Se calla toda pregunta que involucre las relaciones entre el
poder y el conocimiento.[10]
Colofón. Es incuestionable que una de las fortalezas de la Pedagogía
Crítica es su vocación por otorgar al lenguaje un alto valor como forma de
poder y resistencia que retroalimenta la utopía esperanzadora del
socialismo y la convicción de que el capitalismo no es el fin de la
historia; a la vez que su renovada capacidad de fuerte cuestionamiento
teórico del capitalismo, frente a los dogmáticos enfoques y a la vez
cerrados discursos provenientes de la izquierda tradicional (Puigross,
2001) de América Latina.
Estamos ante una nueva propuesta ontológica y epistemológica en la manera
en que pensamos acerca del conocimiento y el ser; en la manera en que
asumimos la crítica al capitalismo liberándonos de las cadenas epistémicos
que nos impiden ver su esencia expoliadora vinculándonos a la construcción
de un nuevo "ser" cuya fuerza radica en promover la potencialidad
liberadora que hay en cada sujeto dominado, a partir de la premisa de que
la Pedagogía Crítica revolucionaria no tiene éxito porque libere a la
gente de sus cadenas, sino porque las prepara colectivamente para que se
liberen a sí mismas.
Bibliografía
Aguirre Muñoz Lucía, El sentido de la pedagogía crítica en la era de la
globalización después del 11 de septiembre de 2001. Lucía Coral Aguirre
Muñoz.
Alvarez Raúl, , entrevista en la UMSS "La Pedagogía del Disidente de
Peter McLaren:. Práctica Revolucionaria en las entrañas de La Bestia.
Por: Raúl Alberto Álvarez. Nrmaldemompox.tripod.com/documentos/
Lombardo Toledano Vicente "Obras Escogidas", ed. Combatiente, México,
1983.
Revista Electrónica de Investigación Educativa Vol. 5, No. 1, 2003
Mc Laren Peter, El Che Guevara, Paolo Freire y la Pedagogía de la
Revolución", ed. Siglo XXI , México, 2001, p. xxxi.
Mc Laren Peter, Pedagogía Crítica y Cultura depredadora, Ed. Aique,
Buenos Aires, 1994.
Sardoc Mijta , Ciencias Sociales: Ira y esperanza: la pedagogía
revolucionaria de Peter McLaren, revista electrónica herramienta.
Publicado en el sitio el Miércoles, 04 de Junio de 2003 - 03:18 PM GMT-3
Herramienta Nº 16.

[1] Vicente Lombardo Toledano "Obras Escogidas", Ed. Combatiente, México,
1983.
[2] Según Peter Mclaren la desutopía no sólo representa la ausencia de un
sueño o esperanza para el futuro sino la celebración política del fin de
los sueños. El resultado de la desutopía es un mundo en el que priva la
esquizofrenia social, la mediocridad; rasgos a los que en lo político
corresponde la propuesta de la tercera vía.
[3] The Dirty Thirty: http://www.uclaprofs.com/articles/dirtythirty.html
[4] Raúl alvarez, entrevista en la UMSS "La Pedagogía del Disidente de
Peter McLaren:. Práctica Revolucionaria en las entrañas de La Bestia. Por:
Raúl Alberto Álvarez. Nrmaldemompox.tripod.com/documentos/
[5] Revista Electrónica de Investigación Educativa Vol. 5, No. 1, 2003 El
sentido de la pedagogía crítica en la era de la globalización después del
11 de septiembre de 2001. Lucía Coral Aguirre Muñoz.
[6] Mijta Sardoc Ciencias Sociales: Ira y esperanza: la pedagogía
revolucionaria de Peter McLaren, revista electrónica herramienta.
Publicado en el sitio el Miércoles, 04 de Junio de 2003 - 03:18 PM GMT-3
Herramienta Nº 16.
[7] Raúl Alvarez entrevista, op.cit.
[8] Raúl alvarez op.cit.
[9] Mc Laren Peter, El Che Guevara, Paulo Freire y la Pedagogía de la
Revolución", ed. Siglo XXI , México, 2001, p. xxxi.
[10] Mc Laren pedagogía Crítica y Cultura depredadora, Ed. Aique, Buenos
Aires, 1994.

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