Ricardo Plaul
Es sumamente difícil aproximarse a una definición precisa del término didáctica ya que si consultamos los textos de la materia advertiremos la diversidad de conceptos existentes y, como si esto fuera poco, en la práctica el término también es utilizado en diversos sentidos. Además hay autores que niegan la existencia de una didáctica general y sólo admiten la existencia de las didácticas especiales, es decir de las didácticas asociadas indisolublemente a la
enseñanza de cada disciplina científica.
Históricamente la didáctica ha sido considerada como una disciplina de carácter instrumental a través de la cual el docente se apropiaría de los medios para manejar el aprendizaje del alumno de acuerdo a fines ya establecidos. Así considerada la didáctica, el docente se convierte en un técnico responsable únicamente de la eficacia en la aplicación de sus instrumentos. Es el ejecutor de un modelo verticalista, sin participación en la elaboración de los fines en función de los que seleccionará los medios. Así la didáctica se restringió a los aspectos metodológicos más eficientes que lograran la transmisión del saber. Metodología y
didáctica se confundieron o se usaron indistintamente. Es habitual, aún hoy en día, escuchar expresiones tales como: "esta clase o este profesor no tiene didáctica", refiriéndose al hecho de utilizar inadecuadamente o de no utilizar determinadas estrategias o técnicas.
La didáctica también llegó a estar subordinada a la psicología siendo considerada como "la conducción del aprender" sin contextualizar los procesos de enseñanza y de aprendizaje en el medio social, cultural, político, institucional y áulico en el que se desarrollan. A la
enseñanza se la entendió como una prolongación técnica, el modus operandi de la teoría psicológica a la que inevitablemente debía seguir. Del cómo se aprende se pretendió deducir el cómo se debe aprender y enseñar.
Nuestro concepto de didáctica parte de la consideración previa de que la
didáctica no opera al margen de una situación sociopolítica concreta, no puede verse como despojada de connotaciones ideológicas o al servicio de una supuesta neutralidad política que encubre tendencias precisas.
La didáctica, desde este enfoque, es el conocimiento y acción fundamentados que pretende comprender el proceso de
enseñanza, enmarcado en el curriculum como proyecto cultural, social e histórico desde el que se seleccionan y adaptan el conjunto de valores, aportes disciplinares, procedimientos y actitudes que han de ser objeto de estudio en el ámbito escolar.
La didáctica se constituye así en un pensar y actuar científico-tecnológico que evoluciona permanentemente a través de su propia investigación y de los aportes científicos y culturales que en ella inciden. Tiene un espacio propio que tiende a mejorar la teoría y práctica de la enseñanza para propiciar aprendizajes formativos, promueve la reflexión continua sobre la práctica para analizar y mejorar la tarea docente en el aula y en la institución escolar.
La didáctica se ocupa de la enseñanza que promueve el aprendizaje formativo del alumno pero a la vez analiza el qué, quién, por qué, para qué, cómo, etc., busca también el sentido de esa enseñanza como actividad profesionalizadora (formativa) de los docentes.
La didáctica presenta una doble faceta de ciencia humana y social. Humana, porque analiza al sujeto en tanto que mejorable y pone a su disposición cuanto conoce y proyecta en la acción para que éste asuma la realidad y la valore. Social, porque la formación de cada sujeto tiene carácter de construcción social. La realiza cada individuo con y en el medio social.
El objeto de la didáctica, la enseñanza, es concebida desde este punto de vista, como la actividad intencional, crítico-reflexiva y socio-interactivo-comunicativa que genera las situaciones más adecuadas para que el alumno se forme aprendiendo y capacite profesionalmente al docente.
